Efectos cardiacos: Itraconazol no debe utilizarse en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva o con antecedentes de insuficiencia cardíaca congestiva a menos que el beneficio supere claramente el riesgo.
Los antagonistas del calcio pueden tener efectos inotrópicos negativos que pueden sumarse a los de itraconazol. Además, el itraconazol puede inhibir el metabolismo de los bloqueadores de los canales de calcio.
Por lo tanto se debe tener precaución cuando se administren itraconazol y bloqueadores de los canales de calcio, debido a un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva.
Efectos hepáticos: Se recomienda que los pacientes con deterioro de la función hepática sean monitorizados cuidadosamente a la hora de tomar itraconazol.
Acidez gástrica reducida: La absorción de itraconazol se altera cuando se reduce la acidez gástrica.
Pacientes pediátricos: No se recomienda itraconazol en pacientes pediátricos a menos que se determine que los beneficios superan los riesgos potenciales.
Pacientes geriátricos: En general, se recomienda poner en consideración la dosis para un paciente de edad avanzada, que refleja en una mayor frecuencia de disminución hepática, renal o cardíaca, y de enfermedades concominantes o terapia con otros medicamentos.
Insuficiencia renal: La exposición de itraconazol puede ser menor en algunos pacientes con insuficiencia renal. Se debe tener precaución cuando este medicamento se administra en esta población de pacientes y el ajuste de la dosis debe considerarse. Pérdida de la audición: Se ha reportado pérdida auditiva transitoria o permanente en pacientes que reciben tratamiento con Itraconazol. Varios de estos informes incluyeron la administración concomitante de quinidina que está contraindicado. La pérdida de audición por lo general se resuelve cuando se suspende el tratamiento, pero puede persistir en algunos pacientes. Pacientes inmunocomprometidos: En algunos pacientes inmunocomprometidos (por ejemplo, neutropenia, SIDA o pacientes de trasplante de órganos), la biodisponibilidad oral de las cápsulas de itraconazol puede disminuir. Pacientes con SIDA: En los pacientes con SIDA que han recibido tratamiento para una infección fúngica sistémica, como esporotricosis, blastomicosis, histoplasmosis o criptococosis (meníngea o no meníngea) y que se consideran en riesgo de recaída, el médico debe evaluar la necesidad de un tratamiento de mantenimiento. Neuropatía: Si se produce la neuropatía que puede ser atribuible a Itraconazol, el tratamiento debe interrumpirse. Resistencia cruzada: En la candidiasis sistémica, si las cepas de las especies de cándida son sospechosas de ser resistentes a fluconazol, no puede asumirse que estos son sensibles a itraconazol, por lo tanto, su sensibilidad debe ser probada antes del inicio de la terapia con itraconazol.